VALIDACIÓN DE ENSEÑANZAS

En cada amanecer de un nuevo día se renueva la vida y hay lecciones que ofrece el cotidiano trajinar en cada entorno en forma silenciosa o bulliciosa; radiante o tenue, pero formando y creando innovaciones. La enseñanza está omnipresente, variando diariamente y repitiéndose con frecuencia e insistencia cercana a las personas.

Se ha tenido la inquietud o se ha detenido alguna vez al salir de la rutina, para aprender y admirar la ordenada y perfecta armonía de la naturaleza o el ámbito en que se vive. Sus detalles variados con luces de perfección, en unión y sabias enseñanzas.

En cada casa la madre escucha, atiende y cuida todo detalle, sin reconocimiento alguno ni galardón u homenaje merecido, con sencillez y afecto entrega: amor, devoción y sacrificio.

No se ha interiorizado o valorado por un momento estas muestras de cariño, abnegación y entrega desinteresada, son enseñanzas que no se anotan, pero se reciben y no se asimilan.

El Padre se esfuerza por respaldar el hogar y cubrir las necesidades de todos; acude con constancia a su trabajo cada día con un horario fijo, dentro una práctica cotidiana que cumple sin comentar ni quejarse. Nadie sabe si es tediosa o cansada y él entrega toda su dedicación. Acaso se ha aprendido su constancia y cumplimiento como lección de vida impartida. No hay respuesta.

Cuando padre y madre comparten responsabilidades dentro y fuera del hogar, trabajando los dos y también atendiendo casa y oficina. Te has detenido a pensar, en el sentido solidario y amoroso que les guía para sacar adelante el hogar y familia formado por ellos, o lo que sacrifican en esta ocupación de su tiempo. Lección no asimilada.

En los diferentes horarios de clases formales de cada día, el profesor/a tratan de compartir conocimiento, novedades, confianza y experiencias procurando educardurante la trayectoria de su trabajo.

¿Se ha tomado en cuenta todas sus palabras, asimilado el sentido de su mensaje?, ¿Has captado el conocimiento trasmitido? Enseñanza no aprendida ni valorada.

Joven y todos estudiantes o no de las lecciones del existir, deténganse un momento para pensar y razonar, es sólo cuestión de actitud positiva: en todo lo que nos rodea hay enseñanzas constantes esperando ser comprendidas apreciadas y/o ser utilizadas, está sólo en cada uno ser alumno aprovechado y distinguido en las existenciales clases diarias y permanentes del vivir, dando validez a las enseñanzas que se dan.

No, no es cuestión de notas o diplomas, sino de madurar y crecer validando cada ilustración que en el tiempo dará respeto y satisfacción como persona honorable y digna.

Gitana del Viento