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A SOLAS

  • Foto del escritor: Gitana del Viento
    Gitana del Viento
  • 19 jul
  • 2 Min. de lectura

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Existe en todo interior humano personal: una sensación callada, triste y muy silenciosa de sí mismo, normalmente; te encuentras: contigo a solas. Sin opción de tertulia y/o sonido alguno, que atraiga y rompa la callada presencia y cercanía de la compañía: del silencio. En la callada y solitaria casa en que se vive en soledad: no se escuchan sonidos de ninguna especie, eventualmente: el goteo monótono de una llovizna y la mirada gris, de las nubes oscuras.

Al parecer: son pruebas de examen personal, permanentemente para cada existencia, sí; porque hay que superarlos decentemente, en el espacio que nos rodea, calladamente y sin sonido alguno. Pausadamente, se descubre: que no existe ningún ruido extraño y/o conocido; cada uno/a, nos encontramos silenciosamente: solos/as; dentro de casa.

Entonces: mentalmente recorremos lugares y sitios conocidos, que nos gustaba contemplarlos; con la sencilla curiosidad de: descubrir por qué este sitio, mi casa; ¿está tan silencioso en este momento? cuánto durará….

El Silencio: es una especie real y callada de bruma oscura, que ocupa toda la vivienda, cuando estamos solos/as; la curiosidad de descubrir la razón: por qué está tan silencioso y triste nuestro ambiente. Es un desafío de los múltiples trucos, de la callada vida en nuestra casa… y que verdaderamente se siente, y no podemos analizarlo, entenderlo y descubrir: las razones de su permanente y callada compañía; en el interior de nuestra casa, en la que vivimos.

Poco a poco vamos descubriendo, personal y alegremente que estamos: vivos, presentes, pero callados, los pensamientos se esconden profundamente en algún lugar, y nosotros no hablamos: no emitimos, ningún sonido particular, que nos pertenezca, silenciosamente.

Poco a poco nos percatamos: que somos la única persona en casa; todo en silencio, acompañadas de la soledad total, que te invita a pensar y meditar; y que nosotros no aprendimos a crear algún sonido, significativo que se acerque; nos acompañe, para responderla; en el lugar del silencio. Sentimos un frío real interior, que también asimila y acrecienta el Silencio, pero se transmite callada y físicamente, a nuestra mente y corazón.

Entonces nos percatamos de una realidad: que somos los creadores de una sensación vital callada, que invade nuestra existencia, con una razón lógica y verdadera: ESTAMOS a SOLAS; dentro de la Casa.

Es una forma de vida, bastante diseminada entre todas las personas; que la hemos adaptado sin esfuerzo, tratando de descubrir las novedades del Vivir cotidianamente: Silenciosamente y a Solas.


Gitana del Viento

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