LECTURAS

La oscuridad de la noche, como titilante estrella, trae a la memoria bellos recuerdos pasados: paseos en bosques y su paisaje, el olor de hierbas y flores; el color y aroma de la tierra humedecida por la lluvia; el agitar del cabello con el viento inquieto o mojado por menudas gotas de agua bajando del cielo, sin preocupaciones. Mirando detalles disfrutados en contacto con la tierra, que nos dan ánimo ahora retrocediendo en el tiempo. El silencio , que se esconde en el interior de la tierra fértil, se hará presente en cada vida en momentos solemnes en que: se conquistó un ideal, se recibió un premio, en un cálido abrazo o el nacimiento de un bebé, el matrimonio de un hijo, la visita de los nietos, un ramo de flores. Instantes mágicos y temporales del espíritu en el que percibe, escucha y admira la belleza y armonía de la naturaleza. La soledad, hermana directa de la callada tierra que pisamos, enaltecerá y estimulará el recorrido personal de la vida: infante, adolescente, adulto, quizá adulto mayor. Es la escalera del aprendizaje, experiencias o ensoñaciones con destino infinito. El descubrimiento y observación de la de la naturaleza limpia y bella, el vaivén con el viento de los árboles, el color de las flores, el trino de los pájaros, el colorido vuelo de las mariposas; la amistad, el afecto, la alegría, el amor o la tristeza, el abandono, la soledad, el aislamiento. Mágicamente representados con arte y color en cualquier trocito de la naturaleza en la interrelación hombre-tierra. El fallar es testimonio real del vivir; ámbito concreto de transiciones reales y auténticas con gamas de alegría, éxitos, tristeza, muerte y sufrimientos. Lección sabia de la existencia, el toque mágico de la vida exterior. También es acercamiento verdadero a cada interior humano, con el deseo profundo de introspección personal de la ruta trazada por cada uno en el medio ambiente y en sí mismo. Ofreciendo esfuerzo, responsabilidad, entrega sin limitaciones indica que se está viviendo. Oportunidad mágica de asimilar que la vida no termina en el deterioro material y su retorno a la tierra. Se acoge a un mundo interior inmenso e inmaterial y no se destruye, sino que se perenniza. Frente al dolor y sufrimientos cotidianos, hay que recorrer el entorno natural que da amoroso consuelo con hermosos matices, aromas y sonidos, unidos al archivo de vida y guardados en el corazón. En momentos de silencio, depresión, soledad o dolor, se sentirá como el perfume de las flores y los caminos del vuelo de las mariposas guían, o el vaivén de los árboles con el soplo del viento, hay un mensaje atemporal e indestructible, que queda en la memoria: del paseo humano por los caminos de la existencia. Gitana del Viento

El precioso don de Vida da oportunidades de sentir, pensar, aprender y ejecutar; mientras se transita en su ruta se va develando novedades, constituye un acertijo cotidiano a resolver: con éxito, atención, pereza o ignorándolo. El tiempo sigue su marcha, aceptamos disfrutamos o sufrimos con sus lecciones que se asumen, por existir. Se tiene concepción dinámica de la vida sin fin y proyectamos su “propiedad” atemporal, activa, triunfante, indiferente o triste. Los años pasan y va menguando la energía, entusiasmo, actividad; se percibe que cada sendero se hace más difícil. Por vez primera se siente la fragilidad de la cada vida y la finitud del tiempo que se dispone; surge entonces: desazón, inconformidad, soledad y tristeza. Hay interrogantes en todo instante. Pausada y silenciosamente se busca en el yo interior, lo que se consultó muy poco: promesas alentadoras. Los humanos, en su mayoría asumimos la vida como un paréntesis conocido y agradable de la vida tranquila, se ignora conscientemente que hay también sentimientos deprimentes o dolorosos, que se soporta calladamente Pero no se hace lo que pide el momento porque no hay respuestas, que no se han descubierto aún: para el silencio, falta de salud, amargura o soledades propias. Esta es una nueva faceta del vivir, alcanza inexorablemente a toda persona. Se espera comprensión, tolerancia personal para encontrar nuestro yo interior , así hallaremos el sendero de la trascendencia del ser con el tesoro de recuerdos gratos, vívidas imágenes y logros. Sólo entonces se alejarán temores y dudas porque la vida interior no tiene ni dolor, sí aislamiento y es particular para cada humano. Descubrir lo maravilloso de la esencia luminosa del vivir, proporciona un mundo cálido, novedoso y único para cada uno en su corazón con auténtico valor, liberada del tiempo y desgaste material. Meditemos, somos poseedores de una vida renovada, esperando ser descubierta. En la oscuridad de la noche, como luz intermitente trae a la memoria vívidos recuerdos de paseos en la naturaleza y su paisaje, el olor de la tierra húmeda y sus flores; el viento inquieto, juegos con detalles que dan ánimo al revivirlo en el tiempo. El silencio traerá momentos solemnes en los que se alcanzó una meta o un reconocimiento, el cálido abrazo de un hijo, instantes mágicos. La soledad enaltecerá la transición personal a adulto responsable. Son etapas de aprendizaje, experiencias o aspiraciones. El descubrimiento de la naturaleza amiga, la amistad y el afecto. El dolor , será testimonio concreto de haber vivido realmente en las transiciones existenciales en sus gamas de alegría, éxitos, tristeza o sufrimiento. Es ejemplo científico de la existencia, pedido de introspección personal para el análisis del camino trazado en cada vida. Es la oportunidad de entender que la vida no termina con la muerte y desaparición material. Se perenniza en los recuerdos. Gitana del Viento

Al caminar por los senderos de la vida, toda persona requiere ante todo asimilar: su autovaloración por ser participante activo de este recorrido, que se lo hace paulatinamente en el tiempo disponible, desde el nacimiento y mientras perdura en el transcurso de cada existencia. Vivir y aprender es un innato proceso vital que implica: acción, movimiento, responsabilidad, afectos, aspiraciones, constancia y respeto. Siempre cuidando de sí mismo en cada paso que se da en la supervivencia, en la superación, en salud física, mental y emocional. En definitiva, aportando personalmente, con esfuerzo y responsabilidad al don de vida recibido. El tiempo indefinido de aprendizaje de cada persona , es de participación y dedicación individual: aprender constantemente sus enseñanzas cotidianas y con ellas, ampliar paulatinamente los horizontes de superación y conocimientos diarios para crecer en experiencias, mientras se madura . Gracias a la asimilación gradual de aprendizajes y enseñanzas, que generosa y permanentemente nos ofrece la vida, se inicia el dominio de lecciones reales y concretas con el paso del tiempo; que requieren: entrega y dedicación responsable cotidianamente aplicando o usando oportunamente, sumado a saberes conocidos o adquiridos y utilizados en el trayecto vivido. Vivir es regalo y compromiso que merece: gratitud, dedicación , cuidado y respeto de los instantes de cada día, con manejo consciente de ellos en todo momento. Sembrando confianza y generosidad, para disfrutar de la mejor manera, el don que significa para cada ser humano el estar presentes existiendo. El valor único con fecha de caducidad en cada vida, está determinado y es necesario reconocer la obligación de vivirla responsablemente, en cada sendero personal. Ser dueños del vivir (acción), del aprender (esfuerzo), del disfrutar (sentimientos), procurando ensanchar, optimizar y utilizar de la mejor manera, el pequeño paréntesis de existencia que se nos ha otorgado dentro de nuestra Casa Grande, la Tierra . Gitana del Viento

Enfrentar tropiezos y/o dificultades con ánimo positivo, no tiene precio, con certeza en las capacidades y conocimientos que se posee como persona, son respaldos invaluables en el desarrollo de los múltiples eventos que nos ofrece el día a día; la seguridad de la ayuda y apoyo oportuno que se puede recibir, siembra y cultiva nuestra actitud positiva. No siempre se alcanza personalmente el éxito seguro y valorado, se necesita ser una persona optimista, para que cultive el enfoque de observación y análisis concreto, con guías para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades; que cambian la actitud del rumbo en cualquier tarea o desafío. Generando en sí mismo y en el equipo de trabajo: seguridad, así como confianza, certeza y  de cómo es lo que se va a realizar. El optimismo es una actitud humana positiva y estimulante, que impulsa a recomenzar cuando sea necesario, estudiando las situaciones, fallas y/o errores, para determinar la naturaleza de los deslices, fallas y contratiempos que suelen ocurrir  Con este análisis se crean las condiciones apropiadas de superación, para alcanzar la meta propuesta, en el tiempo apropiado. Con la convicción de lograr lo mejor. El optimista conoce y sabe: como buscar y encontrar ayuda apropiada y oportuna, como respaldo a su esfuerzo personal, porque además está consciente de que se puede mejorar al buscar información y apoyo e ilustración, sobre todo porque tiene confianza en sí mismo y una entrega completa al proyecto, en el que plasmará su ejecución. La persona optimista: procura pensar y considerar cuidadosamente: las posibilidades  y/o riesgos antes de tomar decisiones, analiza la disponibilidad de tiempo y se caracteriza porque tiene una entrega sincera y apasionada por alcanzar su meta, esta actitud fortalece y estimula la perseverancia. El optimismo es una actitud dinámica de revisión permanente y positiva del recorrido vital personal, en lo posible con auto valoración, volver al estudio y análisis de las situaciones; sembrando así constancia y una actitud sensata, que no desestima  el esfuerzo personal, con una cualidad alentadora  de superación. La  actitud optimista humana, identifica siempre el momento adecuado para estimular, dar aliento y motivar, y/o ser útiles a quienes le rodean. En la amistad y servicio se impone ser confiado y optimista, reconociendo siempre el momento oportuno para dar aliento/estímulo. También reconoce los defectos, buscando la manera de ayudar, con la certeza de que pueden cambiar y superarse. La Persona Optimista es un apoyo permanente y positivo en todo lugar y en la comunidad, para las personas que le rodean y para los compañeros/as de trabajo. El /La Optimista genera personas confiables, alegres, sociables y comedidas, que están prestos para ayudar y compartir, cuando se necesite; porque son atentos, generosos, sencillos y preparados; sobre todo porque creen y confían en sus semejantes y desde luego, poseen un punto de vista positivo y seguro, en todo lo que se puede hacer. Son siempre Entes Optimistas confiados en la Vida y en sus semejantes, que siempre impulsan el progreso de su Patria. Gitana del Viento

El ser humano es un ser social por naturaleza, es complicado vivir en soledad, se impone la interrelación entre personas, ya que permanecer aislados es imposible. Vitalmente Siempre se requiere la presencia de alguien, para compartir las experiencias y enseñanzas de la vida; un semejante en quien confiar y/o alguien, a quien llamar en situaciones nuevas y/o difíciles. Desde luego, es grato compartir sucesos cotidianos buenos y/o difíciles con un semejante, que tiene características particulares confiables, interesantes y solidarias, con la cualidad y certeza de poder confiar en él o en ella. Los amigos/as están presentes en el camino vital semejante al nuestro y nos vamos identificando y conociendo de improviso, sin buscarlos; por la similitud interna entre las dos personas. Se inicia por la empatía mutua y va en creciente, con el trato frecuente y confiando entre las dos partes; sencillamente nos “caemos bien”. Con el transcurso del tiempo, que nunca se detiene; en el que nos vamos conociendo y compartiendo; hay armonía y coincidencias: de opiniones, ideas, sentimientos, gustos...son factores que van creando la Amistad Sincera, entre los que se van cultivando LOS AMIGOS, como un bello Don Existencial individual.                                                      Hay un hilo conductor entre ellos: aficiones, gustos, creencias, cosas en común que motivan nos identifiquemos como Amigos. Esto hace sentirse personalmente a gusto con una persona, compartir experiencias y/o sentimientos, es la semilla grata de la Amistad. La Amistad tiene una enorme validez si se comparte algo en lo habitual, basados en la estabilidad y honestidad como estar en una misma profesión, igual afición a algo que nos identifica, un pasatiempo semejante, un deporte común; sin lugar a duda: la vida tranquilamente nos va dando Amigos/as, mediante el inter conocimiento mutuo, en nuestros recorridos vitales: Experiencias e Intereses, caminos y aficiones afines hacen Amigos. La Amistad es un sentimiento profundo, una valoración humana que motiva a dar y darse; basado en el conocimiento mutuo que se crea con cariño fraterno, que crece al encontrarse, conocerse y conversar. Con el pasar del tiempo, la Amistad puede desarrollarse en profundidad y ampliación; basados en el trato constante, el conocimiento creciente y el afecto mutuo; es una variedad de cariño, hermandad y respeto mutuo. Conocer verdaderamente al Amigo/a, se basa en saber el recorrido de vida de cada uno, en el tiempo transitado juntos: Meses, Años, añadiendo en el presente su oficio actual, sus planes futuros, el sentido que tiene para su vida, gustos, sentimientos y aficiones en el transcurso existencial. Defectos y Virtudes, sencillamente: conocernos como Personas, Comprenderlo como Amigo. El sentirse a gusto con una persona que ya se conoce, hablar, compartir sentimientos y experiencias, es el grato camino existencial humano llamado Amistad, es una valoración sincera, con cariño que motiva siempre a dar, darse como persona, se impone siempre conversar, comunicarse en encuentros frecuentes. Cultivando desde luego: Paciencia, Amistad y Comprensión. Para meditar en el camino que recorremos todos… ¿tienes Amigos? Gitana del Viento

Pensándolo bien nuestra vida se va desarrollando a un ritmo rápido, en busca de metas de alcance inmediato, para resolver desafíos cotidianos acorde con la velocidad, del  transcurso  del tiempo. En realidad, todas las personas procuramos optimizar el espacio temporal, que nos ofrece cada existencia, acorde con el afán de cumplir siempre en el menor espacio de tiempo. Aplicando la Impaciencia Siempre se trata de resolver los variados desafíos del quehacer diario, en lapsos de tiempo reducidos. Se impone una valoración real de las posibilidades disponibles, ya que se está aplicando un ritmo de vida vertiginoso. Esta apreciación necesita hacer un alto en cada rutina, para reflexionar tranquilamente en el valor de la paciencia o de la impaciencia; que siempre dan un margen de seguridad y éxito a cada tarea que impone cada día. La paciencia es el valor humano que evita la inseguridad, e invita a todas las personas a hacer un descanso y un análisis, que anula las tareas rápidas y más de una ocasión: motiva a las ellas a un razonamiento lógico y oportuno, que es el portal que ofrece a cada existencia, acercarse al cumplimiento de calidad y sabiduría vital presionando la Impaciencia. Manejar individualmente el valor de la paciencia, cultiva en cada persona tolerancia, comprensión, padecer y soportar contratiempos y adversidades, para actuar de manera acorde con cada situación con la presión de la Impaciencia. Lo único que se cultiva es dar la apariencia errada buscando escapar lo más rápido posible, ofreciendo resultados inmediatos, breves y no siempre acertados. Así se genera la indiferencia en el estado de ánimo de los compañeros de trabajo. Uno de los obstáculos que detienen el desarrollo de la paciencia: es la velocidad e impaciencia, que genera resultados a corto plazo que impiden considerar y analizar las posibilidades reales de éxito, el tiempo auténtico de meta cumplida alejando, eso sí: las posibilidades reales y factibles de éxito, tiempo y esfuerzo necesario para lograr una meta. Haciendo el análisis personal al realizar demasiadas actividades, se genera ansiedad y prisa, que impide ser conscientes de las capacidades propias. Debe haber moderación en cada tarea que conciencia así los alcances personales, que evita tener y hacer compromisos, que seguramente no se pueden cumplir. Existen retos no menos importantes para el desarrollo de la paciencia, que incluye ser tolerantes y razonadores al realizar tareas con otros ante la falta de destreza, conocimiento o pericia, para desarrollar exitosamente diferentes trabajos. Se impone el compartir experiencia, conocimientos, tolerancia; dando el tiempo apropiado para realizarla con responsabilidad. La impaciencia es una abreviación del tiempo para realizar alguna tarea rápidamente, desestimando eventualmente detalles y calidad del trabajo. La Paciencia siempre tiene sus recompensas, ya que permite la interrelación humana, tener amistades duraderas y desde luego: obtener los resultados deseados en el trabajo al que se ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo. El valor de la impaciencia adquiere la sensibilidad para afrontar contrariedades con calma, mejor comprensión de la naturaleza de la tarea, generando paz y armonía en los seres humanos. Gitana del Viento

Ayudar a alguien en alguna actividad de forma espontánea, es una valiosa actitud humana, por su sentido de colaboración hacia los demás. Es una demostración solidaria en los variados sucesos cotidianos que ocurren en todas partes; ayudando a los demás en cosas que parecen insignificantes, pero que enriquecen el sentimiento propio, haciendo cada transcurso vital individual, más ligero y significativo por la Solidaridad Humana aplicando el sentido positivo de la Colaboración. Las personas con esta cualidad están continuamente atentas, predispuestas siempre a ayudar a quien lo necesite, dispuestos a hacer las tareas más fáciles y accesibles oportunamente, que siembra en otras personas un profundo agradecimiento, superando barreras que parecen infranqueables en la generalidad humana. La persona útil y oportuna, para colaborar acorde con la rectitud de su respaldo, identifica la necesidad real y el capricho. Tiene conciencia de que, en la vida diaria, no todo está para recibir y/o dejar sin solución los acontecimientos cotidianos que ocurren, dejando en manos de los demás, su resolución y resultados. Más de una ocasión el sentido de colaboración está pendiente de que colaborar, es ofrecer lo más lógico y oportuno, por insignificante que sea este apoyo; con algunos detalles que se pasan por alto; porque tienen relación con la convivencia y la relación de amistad que existe. Por otro lado: No está bien el no valorar y/o ser indiferentes con las personas serviciales, ya que, desde luego, requiere un esfuerzo que pasa inadvertido, por la forma sencilla y habitual con que realizan los apoyos y soluciones aplicables oportunamente. Existen variadas y múltiples ocasiones para ser útiles y comedidos, y hacerlos apropiadamente nos capacita para hacer mejor con mayor esfuerzo, en cada una de nuestras actividades así aplicadas, que se convertirán en una cualidad individual; adicional un propósito personal de vida y nos capacita para tener identificación entre humanos y apoyo para quien lo requiera. Se está así creciendo como ser humano con las características más evidentes, de calidad personal. Servir eficazmente requiere además de conocimiento, iniciativa, observación, y sobre todo sentimientos auténticos de solidaridad con generosidad; realizando lo que deseamos para nosotros, identificándonos en las necesidades de los demás; nuestro otro yo humano, como el de todos. La Colaboración entre personas es una cualidad y enseñanza permanente de vida auténtica, útil y sabia, que se debe practicar y aplicar permanentemente, porque todos estamos capacitados para ello, y no faltan oportunidades de hacerlo: Ampliando así frecuente y oportunamente: cada horizonte vital individual. Gitana del Viento

Aplicar cotidianamente el valor del Orden, es una guía de vida que está más allá del orden externo que se evidencia en casa, lugar de trabajo, o en sitios específicos, se impone adquirir el valor del orden que se evidencia más allá de acomodar objetos, sino sentimientos y autovaloración individual. Debe inculcarse y valorar el orden interior humano (emociones, sentimientos, dudas) que se reflejan en todas las cosas personales, sobre todo si se tiene el ambiente ficticio de la pereza y/o indiferencia, llevando un estilo de vida cómodo y algo impasible con la realidad que se está viviendo; más de una ocasión hacen bromas, dificultando la seriedad del manejo interior del orden individual. El Orden interior exige a cada uno/a, elaborar una agenda seria de las ocupaciones y obligaciones cotidianas, determinando: actividades, ideas y acciones para cuidar detalles de identificación y propósitos de arreglo, mejora o innovación de lo que se quiere “poner en orden”:  tanto exterior, como dedicada interiormente. Que surgen de acuerdo con los preceptos aprendidos familiarmente: de normas de conducta y responsabilidad, que facilitan y guían hacia una vida íntegra mejor. Hay detalles que orientan para manejar el Orden, de acuerdo con preceptos establecidos en familia que, desde luego, conducen a una vida mejor y agradable, puesto que son normas de conducta y acción aprendidas en familiarmente. Hay referencias vitales, que se deben aplicar con raciocinio, de acuerdo con la responsabilidad personal y como ejemplo con tu vida, ofreciendo a los tuyos la prioridad que les corresponde al ser ordenados. Hay que Aplicar con paciencia y sabiduría un esquema de vida propia y familiar, que se relaciona con valorar cada interior individualmente, buscando un orden de vida satisfactorio: aplicar ordenando con normas de conducta y actitud personal, que estimulan y generan: individual y colectivamente una vida más grata y feliz. Se requiere e impone: sugerir un proyecto vida de acuerdo con las responsabilidades individuales, que, aplicando desde temprana edad, hacen de la vida y familia realmente satisfactorias; una tranquila vivencia auténticamente mejor. Hay detalles que considerar para cultivar el orden de vida: Ante todo dar tiempo suficiente al núcleo familiar, con responsabilidad y cariño. 1) Cultivar una vida espiritual que tenga normas de conducta y valoración de la vida. 2) Dedicar tiempo determinado a mantener la Unidad Familiar. 3) Guiar el manejo apropiado del tiempo, cultivando puntualidad y cumplimiento. 4) Cuidar seriamente y con aprecio, tu persona por dentro y por fuera. 5) Establecer el uso correcto de las cosas para que sean duraderas. 6) Procurar limpieza y cuidado de las cosas propias y/o prestadas. El Valor dpresidente de junta electoral el Orden tiene una importancia vital, ya que se crea responsabilidad personal oportunamente en el tiempo: Cuidado, Formalidad, Cumplimiento, y Sobre todo Integridad Humana. Este Valor Humano, Orden, puede cambiar y perfeccionar cada vida significativamente. Con el premio más importante: guiar y disfrutar Positivamente cada Vida, y de quienes son parte de nuestro entorno.presidente de junta electoral. Gitana del Viento

La Superación Humana es el valor que impulsa a toda persona a mejorar por sí mismo, en múltiples acápites de cada vida: desde el punto de vista como persona, profesional, espiritual o económico; superando dificultades, obstáculos y tropiezos que se presenten en cada trayectoria de vida. Desarrollando y aplicando la actitud de superación, realizando en cada recorrido mayores esfuerzos y amplios conocimientos; para lograr siempre un vasto objetivo determinado, de forma satisfactoria y personal. La superación personal es inherente a toda persona, aprovechando las capacidades individuales de vencimiento de obstáculos. La ganancia y su manejo, no es cuestión de tiempo, sino un proceso de realización de mayor esfuerzo, para superar tropiezos y/o dificultades; con la finalidad de alcanzar las aspiraciones y objetivos que se propongan. La Superación Individual encontrará obstáculos y dudas, pero la distinción es un anhelo innato que más de una vez, nos detiene en cada trayectoria por inseguridad, dudas y temores despertando desde luego, en cada interior vacilaciones e incertidumbre. La ventaja no llega con el tiempo, deseos y automotivación; necesita de acciones reales y efectivas, basadas en labores inmediatas: planificación y esfuerzo constante, aplicando con brío y trabajo continuo. La Superación no es captada como un gran cambio con muchos beneficios materiales, ya que se imponen acciones concretas, inmediatas con planificación oportuna, esfuerzo constante y desde luego: trabajo permanente y continuo. Tanto las interrelaciones, las experiencias y desde luego el conocimiento, son apoyos invaluables para alcanzar la Superación Humana. La variedad de aprendizajes, conocimientos y experiencias adquiridas en el tiempo, son instrumentos valiosos y apropiados de amplio respaldo, en la victoria humana. La superación humana, tiene un recorrido en tiempo de aprendizaje, preparación y experiencia. Sobre todo: con la autovaloración personal y la certeza de la capacidad sembrada, en cada trayectoria preparatoria, para el desempeño acertado en el respectivo camino, de cada recorrido de su Vida. La Superación será siempre el motor básico de cada existencia, que no es cuestión de tiempo solamente ya que es no temporal, ni de cantidad, pero sí de valía; es totalmente verdadera y completamente pasajera con auténtica calidad y abnegación, que debe motivar a todos y cada uno/a en perfeccionarse; creando en mente y corazón, el afán vital de progreso y límpida ganancia constante, mientras se recorre la Vida con sólida base en la Superación Humana. Gitana del Viento

Normalmente se considera el ser feliz como el bienestar humano, y por ello más de una vez se confunde con la felicidad con los bienes materiales que se adquieren, con cierta certeza de que ellos proporcionarán la felicidad deseada. Se debe comprender que los bienes materiales nos proporcionan bienestar, que dese luego no se relaciona con la felicidad. La Felicidad no esta individualmente en cada uno de nosotros, e increíblemente no se encuentra en cada uno de nosotros mismo, debe ampliarse dándonos a los demás, disfrutando la generosidad de la amistad. El relacionarnos sinceramente con los demás, es una fuente invaluable de una auténtica felicidad que tiene múltiples manifestaciones: sea como ayuda, apoyo oportuno, escucha paciente; ya que en la medida que nos preocupemos honestamente con los demás, ofrece un horizonte de actitudes y acciones como gérmenes valiosos de verdadera felicidad y paz interior individual. A no dudarlo los avances tecnológicos actuales, han creado una barrera invisible que separa a las personas del sentimiento de la amistad y los beneficios de las emociones humanas interiores que ofrecen y comparten; no hay que olvidar que estas son relaciones humanas individuales, concretas, auténticas y así no es fácil olvidarlos, haciendo brotar siempre en cada uno, el sentido de solidaridad humana. De acuerdo con la conjunción de nuestra observación, comprensión, respaldo y preocuparnos realmente por los demás, si somos útiles y oportunos en el apoyo que se ofrece, se descubren dos cualidades valiosas: preocuparnos por nuestros semejantes y menos por nosotros mismos, con lo que nace en nuestra vida interior un nuevo sentido humanitario. La forma que estamos viviendo en la comunidad es por tanto feliz, ya que cultiva bienestar comprensión y paciencia. Sin embargo, nuestra actitud positiva y esperanza permanente ayudan mucho en cada existencia individual, con proyecciones de paz interior y satisfacción de vida personal, con un alto sentido de solidaridad. La Felicidad se relaciona con nuestra actitud hacia los avatares de cada vida que siempre están presentes, sin embargo, la esperanza permanente, la actitud positiva, la solidaridad efectiva, constituyen una forma de comunidad humana con esperanza permanente, de colaboración y respaldo. De este modo se superan problemas y dificultades cotidianas, la felicidad se cultiva con esfuerzo constante y continuado, en el tiempo que se dispone. Ser optimista es una ruta que creamos nosotros en el transcurso vital individual, porque a pesar de que las cosas no salgan bien; se descubre que si hay algo que sale mal, siempre encontraremos personas que nos apoyarán para  superar los problemas. Para ser Felices en cada vida, es impostergable la obligación de ser útiles siempre que se necesite, no olvidar jamás que somos parte de una comunidad humana, en la que nos apoyan y nosotros debemos apoyar también. Es el secreto de la Felicidad Individual y Colectiva. Gitana del Viento

La capacidad humana de adaptación en diversos ambientes requiere la predisposición y habilidad en la intercomunicación, para conocer y acostumbrarse en la variedad de grupos sociales en el que nos encontramos, que se construye en la trayectoria vital personal en el tiempo. Es normal sentir empatía con diferentes personas en momentos variados, nos agrada e impresiona su personalidad y su facilidad de palabra, amabilidad; y nos identificamos con su manera de ser, al parecer surge un interés mutuo como personas. Esta favorable impresión provoca, el anhelo para conocer más a esta persona y se desea establecer una interrelación cordial y duradera. Si hay el interés particular en esta persona, se establece un diálogo para conocer más acerca de ella, y gradualmente poco a poco descubrimos intereses mutuos y se crea un acercamiento en las relaciones sociales cotidianas. La Sociabilidad es el valor humano, que motiva a buscar y sembrar las interrelaciones entre las personas a través del diálogo, para conocernos más como personas. El valor que motiva e impulsa a buscar y cultivar interrelaciones personales: es la Sociabilidad, compaginando intereses e ideas mutuas, con una meta de importancia común totalmente independiente de hechos personales, que posee cada uno. El contacto con personas diferentes abre las oportunidades de conocer y aprender de sus experiencias; obteniendo una perspectiva personal de ello, para mejorarnos a sí mismos y para en el futuro poder aportar a su superación personal. Se ha generado una gran amistad, basada en intereses y aspiraciones, compartidas amigablemente. El Ser Sociable es un paso valioso en la vida, puesto que la sociabilidad es lograr una auténtica amistad que facilita el acercamiento y comunicación sincera con las personas. Es grato y valioso conocer cada entorno familiar, así como su forma de ser: su carácter, sus aspiraciones y realizaciones; ya que así estamos en condiciones de mutuamente aportar en el desarrollo personal, profesional y de conjunto en el trabajo. La Sociabilidad Humana implica un estado de maduración y comprensión entre personas, a través del conocimiento individual y colectivo de ellas; compartiendo aspiraciones y objetivos propios personales y con los demás. Basados en el respeto de la personalidad de cada uno. La Sociabilidad es un medio de comunicación que acerca a los seres humanos, generando la conversación honesta que siembra las bases para tener nuevos amigos, permite elegir a una persona apropiada para hacer una nueva familia, iniciar un cambio de trabajo, todo en base al intercambio de aprendizajes, experiencias y metas que se comparten como amigos, que generan una relación social trascendental al pasar del tiempo. Desde luego, pueden surgir actitudes que interfieren en la aplicación perfecta de la Sociabilidad, pero todos los seres humanos estamos en capacidad de superarlas y comprenderlas, en honor a la valiosa interrelación cultivada en el tiempo de conocidos, en el mutuo discernimiento y en el tiempo vivido de experiencias y tropiezos, como Amigos. En la Sociabilidad Humana, debemos superar algunas interferencias, para alcanzar el desarrollo y vivencia cotidiana, que amplia cada vida al compartirla manejando acertadamente el don de la innata Sociabilidad Humana, como un generoso Don de la Vida. Gitana del Viento

La Gratitud, es un valor humano no aplicado siempre ni oportunamente, pasa a ser un sentimiento momentáneo de todos, pero es un detalle que en pocas ocasiones se piensa y/o emplea. Saber reconocer un apoyo o respaldo, es inherente a sentimientos de gratitud y/o reconocimiento, por lo recibido de alguien que nos apoya oportunamente. El ser Agradecido va más allá de las palabras que se dicen; es la manifestación de ser agradecido que va más allá de lo dicho; ya que es una actitud que nace del interior humano, en aprecio a lo que alguien que ha hecho algo por nosotros. La Gratitud no implica: devolver el favor, o pagar una deuda. Es reconocer sinceramente a lo que alguien hizo algo por nosotros. Tampoco es cancelar un compromiso; es: sin lugar a duda, reconocer la generosidad ajena. La muestra de afecto y respeto visibiliza la gratitud que brota espontáneamente en nosotros por el favor y gentileza recibida, demostrando nuestro grato reconocimiento por el beneficio recibido. Identificando sinceramente la actitud que tuvo la persona con nosotros, más que por el beneficio recibido. La razón de nuestro agradecimiento surge por la actitud que tuvo esta persona más que por el beneficio recibido. En cada existencia hemos conocido personas a quienes valoramos y admiramos por todo lo que nos han entregado: maestros, compañeros, amigos, jefes, esposos/as. Porque les reconocemos por su entrega y apoyo, que tuvieron con nosotros a pesar de sus ocupaciones, nos dieron tiempo, conocimiento y ejemplo de vida con valores. La ruta para vivir y transmitir el valor del Agradecimiento se basa en reconocer en los demás honestamente: el esfuerzo y entrega por servir siempre que hay oportunidad. Es deber personal el valorar en los demás, el arrojo innato por servir y ser útiles. Ser Agradecido va más allá de pronunciar las palabras; es una bella actitud que nace del interior personal en reconocimiento para alguien, no como pago; sino por valoración profunda de la generosidad ajena. Reconocer y dar valor por su esfuerzo por servir, la persona que más apoya y ayuda es y será la más agradecida. La persona reconocida busca tener otras atenciones y estímulos con las personas generosas y comedidas, debido al desinterés innato, ya que nos dieron su tiempo y/o su cuidado; por la demostración de su solidaridad y predisposición a ser útiles. A no dudarlo el Agradecimiento es una lección de vida comunitaria sana, reconocer y valorar en los demás el esfuerzo y voluntad de ser útiles y servir cuando se ofrezca, sin esperar recompensa. Gitana del Viento